Mito y Realidad del Conde Drácula

Actualizado el 13 octubre, 2020 por Juan Diaz de Viajes BIDtravel

Lo más importante para decidirte por este Viaje a Transilvania (Rumanía), es por conocer la Leyenda del Conde Drácula…

y lo sabes!!!  🙂
Ya fuera de bromas, uno de los alicientes que tiene el conocer la zona de Transilvania es vivir in-situ la historia y/o leyenda del Conde Drácula, protagonista de la novela mas famosa del escritor irlandés, Bram Stoker.
 
El auténtico Drácula fue Vlad Tepes «el empalador«, un noble rumano el cual dejaría un terrible recuerdo debido a los cruentos padecimientos a los que sometió a su propio pueblo (toda una población aterrorizada), como también a los extranjeros.
 
Vlad Tepes, fue hijo de del cruel Vlad Dracul (de aquí viene Drácula). En rumano, Drac significa demonio y en Molda Drakul es sinónimo de vampiro.
 
Fue entregado por su padre junto a uno de sus dos hermanos al Imperio Otomano a modo de garantía. Los líderes otomanos ordenaban que los caudillos y nobles cristianos entregaran a alguno de sus hijos para ser trasladado a Estambul como rehenes con la intención de evitar el inicio de revueltas y proporcionar a los niños una educación favorable a la causa otomana. Luego de un tiempo su padre y el hermano que quedó con este, fueron asesinados por los boyardos. Su padre fue apaleado hasta morir y su hermano enterrado vivo. Aquí comienza en Vlad a forjar la cruel persona en la que se convirtió.
 
Con la ayuda de los turcos llegó a ser príncipe de Valaquia. Llegó a ser el más temido de todos los monarcas europeos de la edad media. Aunque el empalamiento era, evidentemente la diversión favorita de Vlad, también gozaba con la aplicación de otros métodos a quienes de un modo u otro le habían hecho enfurecer.
 
A Vlad le gustaba organizar empalamientos multitudinarios con formas geométricas. La más común era una serie de anillos concéntricos de empalados alrededor de las ciudades. La altitud de la estaca indicaba el rango que la víctima había tenido en vida. Con frecuencia, Vlad los dejaba pudriéndose durante meses, ocasionando en el ambiente un espantoso olor nauseabundo a carne descompuesta.
 
Eliminó la pobreza acabando con los pobres. Mismo procedimiento con los ladrones. Para erradicarlos propuso un gran festín en una gran casa de las afueras de las ciudades para pobres, ladrones, tullidos, leprosos, enfermos, pordioseros, en donde las grandes viandas y el vino estaban por doquier. Cuando ya todos estaban bien servidos de comida y borrachos de vino, Vlad y su guardia se plantaron en la casa ordenando a sus soldados que cerraran todas las puertas de la casa y prendieran fuego sobre ella. Nadie quedó con vida.
 
En 1462 los turcos ocuparon Valaquia conquistando su capital Targoviste, y Vlad huyó a Hungría para pedir protección, al ver esto su esposa se suicidó tirándose al río y su hijo murió durante la escapada, pero el rey de ese país lo mandó encarcelar durante doce años en el castillo de Visegrád y posteriormente en Budapest, recibiendo un trato especial, siendo tratado como si fuera un visitante del castillo. Nunca llegó a estar entre rejas. Durante su cautiverio mantuvo su sangriento sadismo matando y torturando palomas y ratones.
 
En 1473 recuperó su libertad y su trono en 1476, el mismo año de su fallecimiento, durante la invasión de los Turcos de 1476. Vlad Tepes muere en una emboscada cuando los turcos lo sorprendieron desprevenido con una escolta de sólo 200 hombres de su guardia moldava. Fue decapitado y su cabeza fue enviada a Estambul para ser exhibida públicamente.
 
Bram Stoker, conocedor de esta historia se basa para escribir su famosa novela; donde difiere bastante presentando a un Drácula vampiro, bebedor de sangre.
 
El famoso Castillo de Bran fue construido por los caballeros alemanes a principios del siglo XIII, y posee entre sus instalaciones y construcciones 4 torres, 3 edificios menores adosados a su superficie, un laberinto de pasillos subterráneo, y una importante colección de objetos de arte y cuadros que datan del siglo XIV. Todo ello, situado dentro de una superficie de unas 30 hectáreas.
 
 
Su valor estriba en su antigüedad y arquitectura, no en su vínculo con el personaje del conde Drácula, que es ficticio. Se sostiene que Vlad Tepes, el personaje histórico real, jamás estuvo en este castillo, pues su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.
 
 
 
Interesante, ¿verdad?
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